Con el paso del tiempo y el uso, el blockchain o la tecnología de «cadena de bloques» ha mostrado nuevas capacidades. En el mundo del Derecho ha introducido cambios importantes, optimizando procesos y disminuyendo considerablemente los costos invertidos anteriormente en esas actividades.
Una de las cualidades más preciadas del blockchain es el sistema de bases de datos distributiva de cadenas de bloques, que no permite su modificación una vez que está publicada la información. Gracias a esta novedosa forma de almacenamiento, que admite que sean varias las personas que gestionen la data, se puede resguardar información en bloques que se van sumando a la cadena, conectados entre sí por códigos y algoritmos que imposibilitan la modificación de lo ya registrado.
Nuevas opciones para gestionar la propiedad intelectual
Esta posibilidad generada en la tecnología de la «cadena de bloques» abre una nueva ventana para la propiedad intelectual e industrial en el registro, gestión, explotación y seguimiento de los derechos de propiedad, pues permite -entre otras acciones- la automatización de derechos de exclusividad y licencias sobre contenidos protegidos por algún recurso legal intelectual.
La implementación de los smart contracts o contratos inteligentes es otra herramienta que se vislumbra como un apoyo importante en la gestión de la propiedad intelectual, tomando en cuenta que los participantes de un registro en el libro pueden usar y escribir en la misma cadena. De esta forma se garantiza la automatización de transferencias de pago en tiempo real, relacionadas a derechos de remuneración en contratos de venta o de reproducción de una obra resguardada bajo la propiedad intelectual, dejando un registro imborrable de dicha operación económica.
Blockchain permite a los autores resguardar su trabajo en un libro a través de un registro protegido por códigos y algoritmos. Al almacenarse en ese lugar, la data no puede ser modificada ni borrada, mientras que la cadena de bloques ofrece la emisión de un certificado digital de autenticidad de la obra, así como una ruta de acceso de forma global a esa obra sujeta a derechos de autor. Dados los beneficios que en esta materia ofrece la “cadena de bloques”, el Parlamento Europeo evaluó sus aplicaciones en el área de las patentes, considerando que se podría usar para la gestión y transferencia de activos bajo un sistema de confianza, con la intención de eliminar los registros que actualmente se emplean en estas esferas.
De igual manera, los especialistas han detectado otro posible uso para la autenticidad de productos y la observancia de los procesos de su fabricación. Esta opción es una garantía para impulsar la confianza en las marcas que decidan formar parte de este sistema.
A pesar de todos los beneficios que pudiesen ser aprovechados, esta tecnología no es infalible y requiere de múltiples recursos para su procesamiento. Algunos han resaltado que la inmutabilidad del sistema puede convertirse en un problema para los procesos de propiedad intelectual y amerita que todo manejo o gestión de la propiedad intelectual, basado en blockchain, brinde herramientas para que los titulares o autores puedan solicitar modificaciones y transacciones llegado el momento.