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¿Activos ocultos en el extranjero? Así se localizan legalmente mediante asistencia judicial internacional

Cuando existen indicios de que alguien ha desviado dinero o bienes a otras jurisdicciones (cuentas bancarias, propiedades, sociedades o criptoactivos), la clave está en recurrir a la cooperación judicial internacional. No basta con la intuición: hace falta un plan sistemático. La experiencia práctica demuestra que es fundamental coordinarse con las autoridades extranjeras:

“Cuando los activos están ubicados en jurisdicciones extranjeras, las instituciones policiales y judiciales pueden cooperar con sus contrapartes extranjeras tanto para obtener información […] sobre la ubicación de activos como para tenerlos efectivamente congelados e incautados”.

1. Identificar la ruta del dinero o del bien

El primer paso es cartografiar cómo viajó el activo sospechoso. Esto implica, por ejemplo, revisar transferencias bancarias, escrituras de compra-venta y acuerdos fiduciarios, buscando cualquier movimiento inusual. También se debe “levantar el velo corporativo”: analizar estructuras empresariales interpuestas (offshore, fundaciones, sociedades pantalla, fideicomisos, testaferros, etc.) para identificar los verdaderos beneficiarios de los recursos. Por ello suelen recopilarse estados financieros, extractos bancarios y otros documentos clave que permitan rastrear la cadena de titularidad.

  • Rastrear cuidadosamente todas las transferencias y adquisiciones relacionadas con el presunto patrimonio oculto (por ejemplo, compras de inmuebles o acciones) y verificar quién aparece como titular legal o fiduciario en cada caso.
  • Analizar las estructuras corporativas vinculadas (sociedades offshore, fundaciones, fideicomisos, personas interpuestas), para identificar la propiedad real de los bienes.

2. Utilizar las vías formales de asistencia judicial

Una vez mapeada la ruta de los activos, es imprescindible activar los mecanismos de asistencia legal mutua (ALM). Bajo tratados bilaterales o multilaterales (por ejemplo, la Convención de Viena de 1988 contra el narcotráfico o la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción –CNUCC–), los países se envían solicitudes formales entre fiscales o autoridades centrales. Estas solicitudes pueden incluir peticiones de información bancaria o notarial, órdenes de registro de propiedades en el extranjero, etc. De hecho, la CNUCC obliga a los Estados a prestarse “la más amplia asistencia judicial recíproca” en delitos económicos, incluyendo específicamente las tareas de “identificar o localizar el producto del delito, los bienes” ilícitos.

  • Enviar rogatorias y solicitudes de asistencia internacional a las fiscalías de los países donde podría haber activos, conforme a acuerdos como el Convenio de Viena o tratados de ALM vigentes (europeos, americanos, etc.).
  • Pedir medidas cautelares coordinadas (embargos preventivos, congelamientos de cuentas, anotaciones de inhibición en registros), para evitar que los bienes sigan circulando mientras dura la investigación.

3. Apoyo pericial en criptoactivos y registros globales

En la era digital conviene involucrar a expertos forenses. Aunque las criptomonedas parecen anónimas, todas las transacciones quedan registradas en la blockchain pública. Por ello, informes especializados pueden rastrear el flujo de fondos electrónico y revelar rutas de transferencia hasta cuentas o exchanges identificados. En palabras de expertos: “Una transacción digital siempre deja un rastro. Una vez que el velo del secreto se ha penetrado, los activos pueden buscarse, encontrarse y decomisarse”. Así, los peritos en blockchain usan software forense para seguir la ruta de bitcoins y detectar direcciones asociadas a actividades sospechosas.

Además, conviene explotar bases de datos internacionales: registros públicos de propiedades, registros mercantiles y de personas jurídicas, y sobre todo los nuevos registros de beneficiarios finales. La información veraz sobre quién posee realmente una empresa o un inmueble en cada país es una herramienta transversal clave. De hecho, estudios recientes subrayan que la información de estos registros “constituye una herramienta fundamental para la prevención e investigación efectiva” de delitos financieros internacionales.

  • Análisis forense de criptomonedas: rastrear transacciones blockchain mediante peritajes especializados. Identificar flujos de fondos, cuentas-cripto vinculadas y patrones inusuales para vincularlos a personas o estructuras legales.
  • Acceso a bases de datos globales: consultar registros internacionales de propiedad y sociedades (incluyendo registros públicos de beneficiarios finales) para confirmar quién controla los bienes en cada país.

4. Preparar litigios civiles y penales en paralelo

Para asegurar los resultados, se suelen coordinar procedimientos civiles y penales. En el ámbito civil, se diseñan demandas o acciones judiciales contra los bienes (por ejemplo, embargos o medidas cautelares en juicios de extinción de dominio) para inmovilizarlos. Simultáneamente, en la vía penal se promueven querellas o acusaciones formales por delitos conexos: alzamiento de bienes, blanqueo de capitales o apropiación indebida, según corresponda. De este modo, mientras avanzan las investigaciones penales se van asegurando los activos por la vía civil, maximizando la posibilidad de decomiso efectivo una vez concluido el proceso.

  • Interponer acciones civiles (ej. demandas de nulidad o embargos preventivos) dirigidas a asegurar provisionalmente las propiedades o cuentas sospechosas.
  • Coordinar denuncias penales por delitos económicos (blanqueo, evasión, apropiación) para reforzar la base jurídica del decomiso futuro y permitir la aplicación de las medidas cautelares internacionales solicitadas.

Conclusión: No dejes que la sospecha de bienes ocultos dependa solo de tu intuición. En VENFORT Abogados contamos con amplia experiencia en cooperación internacional para localizar y recuperar patrimonios disimulados. Un equipo especializado sabrá activar los mecanismos legales adecuados en cada jurisdicción. Si crees que hay activos escondidos en el extranjero, consulta con abogados que dominen las reglas del juego global: sólo así es posible encontrarlos y repatriarlos.