El avance en redes sociales y en marketing digital han cambiado en gran medida la forma de interactuar a través de estos canales. Cada vez son más los datos que las empresas y plataformas requieren de sus clientes o usuarios para adaptarse a las demandas y necesidades de los mismos.
A través de esta información es posible que Facebook te sugiera nuevos amigos, Instagram te de la opción de registrar el lugar desde donde haces tus publicaciones e incluso algunas redes puedan avisarte cuando necesites comprar algunos productos de tu lista de mercado habitual.
Contar con información de interés sobre los usuarios o clientes permite conocerlos más para ofrecerles un mejor servicio. También implica una mayor responsabilidad pues manejar estos datos debe ser realizado de forma responsable y ética.
Al registrarse en alguna red social, el usuario está consciente de ceder información sobre sí mismo. En ese sentido, está dispuesto a recibir publicidad y a agilizar de cierta forma sus búsquedas en la web. Sin embargo, no siempre tiene plena consciencia del alcance del manejo de los datos y de las consecuencias que implica la pérdida de transparencia y ética en esta acción.
El caso de Facebook y Cambridge Analytica
Cuando se traspasan los límites las repercusiones legales pueden ser costosas. Así ocurrió con Facebook, la red social más popular en la actualidad, cuando fue sometida a juicio tras la demanda hecha por Estados Unidos y Reino Unido sobre la obtención de información privada de los usuarios de la red, que hicieran diversas empresas para desarrollar campañas electorales y propaganda política.
Los datos recolectados por Facebook cayeron en manos de la consultora británica Cambridge Analytica en 2015 e incluyen nombres, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, afiliaciones políticas y religiosas, y otros intereses. Se contabilizó que la empresa logró acceder a la información de más de 80 millones de usuarios a través de las etiquetas de personas en las fotografías publicadas. Todas estas fotos eran escaneadas por el programa DeepFace, que trabajaba en relacionar a los usuarios entre sí y determinar de esta manera la identidad de cada uno.
¿Compensará Facebook a los usuarios?
La posibilidad de que la plataforma digital deba compensar económicamente a los usuarios afectados fue decisión de un juez federal de California, Estados Unidos, quien admitió la demanda colectiva de usuarios de Facebook, al considerar el hecho como una violación a la ley del estado de Illinois, en donde se establece como delito la recopilación y almacenamiento de datos biométricos sin el consentimiento previo.
Hasta el momento este es el caso relacionado con seguridad de datos que ha tomado tanta fuerza legalmente. La ley de Illinois correspondiente establece un pago entre 1.000 y 5.000 dólares por cada caso de uso de imagen personal sin autorización previa.
Algunos consideran que Facebook pudo ser engañado con respecto al uso que posteriormente le darían a la información. Sin embargo, se le culpa por no actuar de forma responsable para proteger los datos de un millón de usuarios en Reino Unido y más de 70 millones de personas en Estados Unidos. La mayor parte de los datos fueron usados en el referéndum británico de la Unión Europea y en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, según sugiere la parte demandante.
Fuentes consultadas