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¿Estás en una lista de sanciones? Guía para salir de OFAC y limpiar tu nombre

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Estar incluido en una lista de sanciones de EE.UU. puede congelar tus cuentas bancarias, impedir operaciones comerciales y dañar tu reputación internacional. Sin embargo, la OFAC reconoce que el fin de las sanciones no es castigar para siempre, sino provocar un cambio positivo. De hecho, “cada año la OFAC elimina a numerosas personas y entidades de la Lista SDN” tras revisiones exhaustivas. Si crees que fuiste señalado erróneamente (por ejemplo, confusión de identidad o acusaciones de corrupción sin fundamento), existe un proceso legal llamado delisting. A continuación presentamos los pasos clave, basados en experiencia profesional y fuentes oficiales, para limpiar tu nombre:

 1. Revisión del expediente y de la base de la designación

  • Verificar la identidad exacta: Confirma que tu nombre (y posibles alias) coincidan con los de la lista. La OFAC retira sanciones cuando la designación se basó en una “identidad errónea”. Por ejemplo, si compartes nombre o apellidos con alguien sancionado, necesitarás demostrar que no eres la misma persona.
  • Analizar el motivo y fundamento: Averigua bajo qué programa se te sancionó (p. ej. corrupción empresarial, sobornos en contratos, vínculos con empresas sancionadas) y revisa la evidencia. La OFAC indica que puede eliminar listados cuando “la base para la designación ya no existe”. Identifica cualquier dato erróneo o circunstancia cambiada (por ejemplo, si se demostró que la empresa con la que se te vinculó ya no estaba implicada en actos corruptos).
  • Reunir toda la información disponible: Obtén los documentos y antecedentes relacionados (contratos, registros contables, sentencias judiciales o cualquier prueba oficial) que respalden tu versión. Esto te ayudará a desmontar hechos inexactos o incompletos en tu caso.

2. Redacción de la Petición de Eliminación (Delisting Request)

  • Preparar la solicitud formal: La petición debe enviarse por escrito (por correo electrónico a OFAC.Reconsideration@treasury.gov) y contener tus datos completos. Incluir nombre completo, dirección postal y copia de identificación oficial, así como la fecha exacta de la sanción y el nombre del listado (SDN u otro). Es el formato que exige la OFAC.
  • Exponer argumentos claros y pruebas sólidas: Debes explicar detalladamente por qué la sanción carece de fundamento o ya no aplica. La OFAC acepta aportar “argumentos o pruebas que establezcan que no existe una base suficiente para el listado” o que las circunstancias han cambiado. Por ejemplo, puedes adjuntar informes periciales independientes que certifiquen tu situación legal, declaraciones juradas de testigos que acrediten tu inocencia, o certificaciones oficiales que prueben tu buen comportamiento. Cuanta más evidencia veraz aportes (cartas de clientes, auditorías limpias, fallos judiciales absolviendo tu caso, etc.), más fuerte será la petición.
  • Soporte legal y técnico: Redacta la petición con asesoría jurídica especializada para enmarcar los fundamentos en reglamentos aplicables (p. ej. 31 C.F.R. § 501.807) y asegurarte de que no falte ningún requisito formal. Es vital presentarlo de forma ordenada, citando secciones relevantes de la normativa y artículos de prensa o peritajes que respalden tu versión.

 3. Apoyo diplomático o institucional (cuando sea posible)

  • Impulsar respaldos externos: Siempre que sea factible, consigue cartas de apoyo de terceras partes reconocidas. Esto puede incluir notas diplomáticas de gobiernos aliados, comunicados de cámaras de comercio, asociaciones empresariales u ONGs con buena reputación que conozcan tu caso y avalen tu conducta. Por ejemplo, un gobierno amigo podría interceder señalando que revisó tus antecedentes y que apoyan tu petición de remoción. Si perteneces a una empresa grande, una nota de tu cámara de comercio resaltando tus prácticas de cumplimiento anticorrupción también ayuda. Estos apoyos no garantizan por sí solos la remoción, pero fortalecen la credibilidad de tu solicitud ante OFAC.
  • Ejemplos hipotéticos: Imagina un ejecutivo que fue incluido en la SDN por un vínculo indirecto con una empresa acusada de sobornos. Si el ministerio de comercio de su país o un socio estratégico interviene con información oficial sobre su integridad, OFAC considerará ese respaldo en la revisión. Otro escenario: un diplomático sancionado por supuesta corrupción puede beneficiarse de una nota oficial de su propia cancillería aclarando que no existen cargos pendientes. En la práctica, el apoyo institucional brinda contexto político y reputacional que OFAC valora al evaluar la petición.

 4. Protección del perfil digital y financiero del afectado

  • Monitoreo en línea: Mientras avanza el proceso, audita tu presencia en internet. Revisa periódicamente qué aparece en buscadores, redes sociales o medios digitales cuando buscan tu nombre. Es conveniente corregir información desactualizada o falsa, por ejemplo solicitando a medios que rectifiquen errores. La gestión de reputación online exige supervisar menciones y comentarios sobre tu nombre.
  • Interacción responsable: Responde con profesionalismo y coherencia a cualquier crítica o duda que surja en redes. Si clientes o colegas preguntan por la situación, provee la versión oficial o referencias verídicas. Como aconsejan expertos en reputación, es clave contestarlas rápidamente y con mensajes empáticos, enfocando en soluciones. Mantén siempre un discurso consistente: si publicas tu versión de los hechos, asegúrate de que todos tus canales (web corporativa, LinkedIn, comunicados) transmitan el mismo mensaje.
  • Contenido positivo: Simultáneamente, genera activamente material que refleje tu reputación legítima. Publica artículos, entrevistas o blogs sobre tu área de especialidad, resaltando proyectos exitosos o tu liderazgo ético. Por ejemplo, un empresario tecnológico podría preparar una nota de prensa sobre una innovación de su empresa, o dar una entrevista donde explique públicamente su versión tras la sanción. Este contenido positivo ayuda a diluir posibles impactos negativos en buscadores y demuestra transparencia.
  • Gestión bancaria y financiera: Informa de manera proactiva a tus bancos y socios financieros. Aunque la sanción suele bloquear activos, es recomendable dialogar con tus entidades explicando que estás gestionando la remoción de la lista. En muchos casos, contar con asesoría legal permite negociar plazos adicionales o supervisión parcial en lugar de un cierre inmediato. Además, diversifica tus cuentas y mantén activo un programa interno de cumplimiento: por ejemplo, refuerza las alertas de transacciones sospechosas en tu empresa y aplica una debida diligencia rigurosa para evitar nuevas incidencias. La OFAC evalúa positivamente estas medidas internas como signo de buena fe.

 5. Refuerzo del cumplimiento interno

  • Programa sólido de compliance: Implementa o fortalece un programa de cumplimiento contra corrupción y sanciones. Establece políticas claras, manuales internos y controles periódicos (auditorías, protocolos KYC) para asegurar que ni tú ni tu empresa violen inadvertidamente sanciones futuras. La propia OFAC señala que la existencia de un “programa de cumplimiento de la OFAC basado en el riesgo” y medidas correctivas es un factor atenuante ante infracciones. Demostrar que tienes procesos rigurosos (capacitación al personal, reportes internos, análisis de riesgo) mejora tu imagen ante reguladores y puede influir positivamente en la revisión.
  • Revisión de socios y cadena de suministro: Asegúrate de no tener en tus estructuras o proyectos socios que sean personas designadas o participen en entidades bloqueadas. Recuerda la regla del 50% de la OFAC: cualquier empresa controlada en un 50% o más por un sancionado se considera automáticamente bloqueada. Esto significa que si un corrupto tiene la mayoría accionaria en una compañía con la que trabajas, tu empresa también enfrenta restricciones. Revisa participación accionaria, estructuras de propiedad y cadenas de valor para detectar riesgos potenciales y aislarlos. Realiza “due diligence” exhaustiva antes de cerrar nuevos negocios para evitar recaer en problemas similares.
  • Transparencia continua: Más allá de la sanción puntual, refuerza tu compromiso ético. Publica políticas anticorrupción en tu sitio web, participa en iniciativas de gobierno corporativo y mantén registros contables impecables. Esta transparencia no solo evita futuras designaciones, sino que refuerza tu petición de remoción mostrando que actuarás correctamente en adelante.

 6. Gestión de la reputación digital y comunicación

  • Acciones proactivas de comunicación: Una vez iniciado el delisting, planifica cómo comunicar tu versión al público. Considera emitir un comunicado oficial o coordinar una entrevista tras lograr la remoción. Dar conferencias, escribir artículos de opinión o participar en congresos relevantes permite difundir tu buen nombre. Cuantas más fuentes independientes se ocupen de difundir tus logros y buenas prácticas, más fuerte será tu imagen positiva. Por ejemplo, después de un caso de sanción retirado, algunos profesionales publican historias de superación o casos de éxito en medios especializados para reemplazar la narrativa negativa previa.
  • Colaboración con terceros: Trabaja con expertos en medios digitales para mejorar tu visibilidad. Pide a aliados comerciales o líderes de la industria que compartan referencias o que colaboren en contenido conjunto (webinars, podcasts, artículos técnicos). Las recomendaciones y menciones de personas influyentes crean “boca a boca” online favorable. Un testimonio honesto de un socio o cliente destacado puede persuadir a buscadores y audiencias de que tu reputación está respaldada por la comunidad profesional.
  • Seguimiento constante: Incluso tras la remoción, continúa monitoreando tu reputación online. Controla que las referencias antiguas sobre la sanción vayan perdiendo relevancia en los motores de búsqueda (puedes solicitar la eliminación de contenidos desactualizados o promover nuevas publicaciones). Mantén activa tu presencia digital de modo que tu nombre esté asociado más a proyectos e iniciativas positivas que a episodios pasados.

Conclusión:

Ser incluido injustamente en una lista de sanciones no significa una condena permanente. Con un procedimiento bien fundamentado, pruebas sólidas y una estrategia profesional —que combine asesoría jurídica, respaldo institucional y acciones reputacionales efectivas— es posible lograr tu salida de la lista OFAC (Delisting) y recuperar tu actividad empresarial y tu buen nombre.

En VENFORT Abogados, nuestros abogados están formalmente acreditados en el sistema de sanciones de EE. UU. por prestigiosas universidades norteamericanas, y contamos con una alianza exclusiva con una firma experta en Estados Unidos que nos permite representarte eficazmente ante la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC).

Hemos asesorado a empresarios, compañías familiares y figuras públicas en procesos exitosos de eliminación de sanciones, diseñando estrategias legales, reputacionales y de cumplimiento que permiten restaurar la reputación internacional y reactivar operaciones bancarias y comerciales. Actuar rápido, con criterio técnico y visión estratégica, es la clave para transformar una sanción injusta en una oportunidad de reivindicación.