Las diferencias entre los diversos sistemas legales es palpable incluso en los términos jurídicos que se emplean en cada uno. Para poder traducir o trasladar el significado de uno de estos términos a otro sistema legal, es necesario conocerlo a profundidad. No basta con simplemente traducir de forma correcta de un idioma a otro. De hecho, para ofrecer una traducción jurídica correcta se debe conocer incluso cuáles son las funciones y cargos de los profesionales que laboran en los sistemas jurídicos.
Para realizar un traducción jurada de calidad hay que por tanto, evitar asignar equivalencias entre los términos y mantener en lo posible el nombre del cargo en el idioma original. Otorgar la equivalencia sólo es posible en los casos en los que se establezca una relación equivalente directa. De igual manera, es importante tener en claro cuál es el fin de la traducción que se está realizando para aportar más valor al contenido.
Traducción jurídica, los términos en el sistema legal inglés y español
En este texto se revisarán algunos términos del sistema legal británico y del sistema judicial en España, intentando compararlos y encontrar sus similitudes o diferencias en el funcionamiento de ambos. El Derecho español proviene de la tradición jurídica romano – germánica. Por su parte, el derecho británico está sustentado en tres pilares: la legislación, la jurisprudencia y la Equidad, esta última conocida como una tradición filosófica judicial desarrollada a partir del siglo XIV en Inglaterra en paralelo al sistema legal británico.
En el texto del Blog del Traductor Jurídico, a cargo de Rodrigo Mencía Rodríguez, se refiere que el solo hecho de existir estas diferencias conformativas de los dos sistemas legales es suficiente evidencia de la diversidad de actores jurídicos que contempla cada uno.
Los términos en el sistema legal español
En España el procurador es el profesional encargado de la representación procesal ante los juzgados. La representación procesal está definida como el fenómeno sustitutorio en virtud del cual una persona tiene encomendada la gestión de los intereses de alguien frente a un proceso legal. Tiene la capacidad de representar a su cliente, pues recibe sus notificaciones y la documentación concerniente al caso en nombre del mismo. Sin embargo, no tiene potestad para comparecer frente al juzgado, tomando en cuenta que comparecer se refiere a ponerse en presencia de un órgano judicial.
Por su parte, en España, el abogado sí tiene competencias para comparecer ante el juzgado en el caso de su cliente. En ese sentido, su función principal es la representación técnica ante los juzgados, es decir, representa al cliente directamente frente al juez y tiene la potestad de presentar informes, argumentos, alegatos y cualquier documentación requerida para el caso. Dadas sus funciones es responsable de la representación de su cliente y ejerce su defensa en las comparecencias.
El solicitor y el barrister en el sistema legal inglés
En Reino Unido también existen dos figuras claves en el papel del acompañamiento legal. La primera figura, el solicitor, tiene la función de representar legalmente al cliente, pero su campo de acción se encuentra fuera de los juzgados. Se puede decir que el solicitor trata directamente con el cliente. Por ello, suele encargarse del trabajo legal fuera de las instituciones judiciales asesorando a los clientes y preparando los documentos legales necesarios para la representación. Puede incluso comparecer frente al juez pero únicamente en los tribunales inferiores.
El término barrister define a las figuras profesionales encargadas del trabajo jurídico en áreas legales especializadas. Tienen la potestad de comparecer ante todos los juzgados, con especial énfasis en los tribunales de mayor jerarquía. A diferencia del trabajo del solicitor que suele hacerse en conjunto con otros profesionales, el barrister ejercen funciones de forma individual y se suelen organizar en cámaras especializadas en distintas áreas. Por lo general, estos abogados no mantienen una relación contractual directa con el cliente, debido a que trabajan a través de los solicitores. La profesión de barrister está regulada por un órgano diferente al del solicitor y la preparación para ejercer funciones es diferente.
¿Qué ocurre hoy con los términos legales?
En la actualidad, las divergencias entre una y otra figura legal se han ido desdibujando. Es frecuente que en algunos casos los clientes acudan directamente al barrister, sin ser asesorados previamente por el solicitor. A pesar de esta situación, ambas figuras siguen coexistiendo en el derecho británico.
En este sistema, también se emplea el término lawyer o abogado para referirse a cualquier profesional del Derecho, sea cual sea su función dentro del proceso legal.
En el caso del sistema judicial vigente en Estados Unidos, se usan los términos attorney o attorney-at-law para nombrar al profesional del Derecho. En este país las designaciones suelen ser simplificadas, por lo que no se establecen distinciones entre los abogados que llevan el caso ante el juzgado y aquellos que ejercen labores fuera de los tribunales y tratan directamente con el cliente.
Fuentes consultadas