¿Cuál es el impacto real de Trump?. Un cambio en las medidas regulatorias del sistema financiero de Estados Unidos (EEUU) transforma considerablemente el escenario económico y comercial del país norteamericano y de las naciones que establecieron o tienen pensado desarrollar negocios con él.
Desde el inicio de la gestión del actual presidente de EEUU, Donald Trump, el intento de modificar las regulaciones bancarias había generado incertidumbre. Finalmente en el mes de junio del presente año la administración Trump presentó su plan para reformar las normas bancarias. Con la intención de flexibilizar las restricciones impuestas a la petición de créditos financieros.
Las nuevas medidas, informadas por el secretario del Tesoro estadounidense –Steven Mnuchin–, buscan estimular el crecimiento de los préstamos y el empleo, derribando costos y trabas, según se resaltó en el informe oficial.
Esta regulación se opone a la llamada Ley Dodd – Frank Wall Street Reform, creada hace siete años bajo la presidencia del ex mandatario Barack Obama, ante el panorama de crisis económica advertida por la caída del gigante Lehman Brothers.
En su momento, el mencionado estatuto tuvo su génesis en la necesidad de generar instituciones bancarias más fuertes. Para enfrentar la situación económica, pero también ha recibido grandes críticas por ser considerada una atadura para las inversiones en EEUU al reducir el acceso al crédito y entorpecer el libre mercado.
¿Qué supone legalmente el planteamiento financiero de Trump?
Todavía es temprano para intentar esclarecer panoramas al respecto de las 15 páginas de recomendaciones sugeridas por el presidente republicano. Sin embargo, la incertidumbre ha recorrido camino y ha obligado a algunas firmas y consultoras a esbozar algunos posibles escenarios desde el punto de vista legal y económico.
Las tendencias apuntan a la posible divergencia regulatoria dentro de la economía global. Al reconocer el peso comercial y económico del país norteamericano en las transacciones mundiales, lo que posiblemente resultará en una modificación de los marcos regulatorios financieros en otras economías, es decir, una revisión legal financiera a manos de los profesionales del Derecho en diversas naciones.
Si Estados Unidos flexibiliza sus regulaciones financieras es probable que las entidades bancarias europeas y especialmente las británicas suavicen sus legislaciones de aquí en adelante, a fin de lograr una armonía en el mercado internacional.
Los analistas advierten que de cumplirse este pronóstico podría incrementarse la concesión de préstamos en el país norteamericano, lo que también contribuiría a impulsar el crecimiento del préstamo en el viejo continente.
El cambio del marco regulatorio estadounidense obliga a la revisión de todos los acuerdos económicos – comerciales establecidos con la nación americana. Pues el abandono de EEUU de los organismos internacionales regulatorios en materia bancaria.
Fuentes consultadas: