En 2009 el ucraniano Jan Kuom y el norteamericano Brian Acton desarrollaron una de las plataformas de mensajería instantánea más populares en la actualidad por su funcionalidad y sencillez al momento de ser usada.
En 2014 WhatsApp procesó 64.000 millones de mensajes al día. Hoy esta cifra se estima en más de 30.000 millones de mensajes, más de 700 millones de imágenes, más de 200 millones de mensajes de voz y más de 100 millones de videomensajes.
El uso indudable de esta plataforma la ha convertido en un apoyo de la justicia. Como evidencia de esta labor adosada a esta herramienta de mensajería, el abogado Daniel García Mescua publicó el libro «Aportación de mensajes de WhatsApp a los procesos judiciales», en cuyo contenido se muestra cómo a través de las conversaciones ejecutadas en este canal se establecen verdaderos contratos, declaraciones, reconocimientos de deudas, acuerdos, despidos o proclamaciones adjudicadas a algún tipo de delito.
WhatsApp y los procesos judiciales
La facilidad para la comunicación y la preferencia del canal para establecer contacto con los demás, sea con fines privados o públicos, han hecho que las conversaciones a través de WhatsApp se conviertan en prueba documental válida en procesos judiciales, según se refleja en la publicación de García Mescua.
Los especialistas en el área comparan los mensajes de WhastApp o de cualquier otro tipo de mensajería instantánea con la validez de las pruebas halladas en correos electrónicos o en grabaciones de conversaciones telefónicas, pues se trata de medios de reproducción de palabras, sonidos e imágenes que se comportan como material con soporte.
Desde hace más de cinco años en España este tipo de instrumentos que permiten archivar y reproducir palabras, datos, cifras o contenido multimedia son aceptados como pruebas fidedignas en los procesos judiciales.
Sin embargo, para que sea válido frente a las autoridades es necesario que esta información cumpla con algunos requisitos. Las fallas en estos mensajes como pruebas judiciales fueron puestas en evidencia tras la actuación de dos hackers españoles, quienes lograron cambiar el remitente de las conversaciones, generando dudas sobre el emisario de los mensajes.
La validez legal de los mensajes de WhatsApp
La autenticidad, integridad, claridad y legalidad de la prueba son fundamentales para otorgarle validez a los mensajes de WhatsApp. La prueba debe ser obtenida de forma lícita, es decir que no se violenten los derechos o libertades fundamentales directa o indirectamente, especialmente el derecho a la intimidad y al secreto de las comunicaciones. En ese sentido, la grabación o custodia de la información resultante de una conversación puede ser realizada por una de las personas que forme parte de la comunicación, sin ser considerado una violación a la intimidad.
La intervención de un tercero en esas comunicaciones reflejadas en WhatsApp deberá ejecutarse mediante resolución judicial y con las garantías legalmente previstas, pues de lo contrario podría tratarse de un delito.
De igual manera, se debe tener en consideración la preservación de la cadena de custodia en la obtención y conservación de la prueba, lo que permite reconocer la autenticidad e integridad de la prueba.
La protección de los datos sigue siendo un tema de discusión en la esfera legal. No en todos los países del mundo los procesos judiciales son los mismos para salvaguardar la privacidad de datos. No obstante es un punto importante a considerar en diversas escalas.
Fuentes consultadas