Hace más de 70 años la defensa de la paz y la integridad de los países de América, reunió a sus dirigentes para crear un instrumento de derecho internacional público de carácter netamente diplomático con fundamento en las disposiciones generales establecidas en el tratado de convenciones de la Haya.
Es por ello que el 2 de septiembre de 1947 se firmó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), con la intención de prevenir y tomar acción frente a las situaciones que amenacen la amistad, la empatía y la seguridad entre cada uno de los gobiernos de la región. El acuerdo también tuvo la firme tarea de neutralizar con prevalencia en la diplomacia, cualquier intento de agresión en contra de cualquiera de sus integrantes, para lo cual todas las partes se comprometían a permanecer unidas dentro de un sistema interamericano compatible con los propósitos y principios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Todos los firmantes renovaron su adhesión a los principios de solidaridad y cooperación interamericanas, vinculados a los ideales democráticos para defender la paz por todos los medios posibles. Al formar parte de este tratado, los miembros proveen ayuda recíproca y efectiva para hacer frente a los ataques armados contra cualquier Estado de la región. Además, están obligados a no recurrir a la amenaza ni a ninguna forma de violencia para resolver cualquier conflicto surgido entre ellos, recurriendo a los métodos de solución pacífica vigentes en el Sistema Interamericano, antes de ser referida como última instancia al análisis del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El origen del TIAR
Fue el primer tratado de esta naturaleza surgido tras la Segunda Guerra Mundial. Su acción geográfica comprende América y 300 millas a partir de la costa, incluyendo la región entre Alaska y Groenlandia por el norte y en la zona ártica hasta las islas Aleutianas. En el sur incluye las regiones antárticas y los islotes de San Pedro, San Pablo y la isla Trinidad.
El acuerdo fue firmado en Río de Janeiro, Brasil, entre los siguientes países: Argentina, Brasil, Bahamas, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
En el texto, se señala que cualquier ataque armado efectuado por cualquier Estado contra un Estado americano, será considerado un ataque a todos los Estados de la región. También determina que si la inviolabilidad o la integridad del territorio, o la soberanía, o la independencia política de cualquier país americano fueren afectadas por una agresión que no corresponda a un ataque armado, o por un conflicto afuera o adentro del continente, el Órgano de Consulta se reunirá inmediatamente, a fin de acordar las medidas que se deben tomar en cada caso.
El TIAR ha sido invocado al menos en 20 oportunidades desde que fue firmado. Entre los casos más representativos figuran el bloqueo a Cuba en 1962, el conflicto armado entre Honduras y El Salvador, y el intento de magnicidio a Rómulo Betancourt, ex presidente venezolano. El caso más reciente fue a nombre de Estados Unidos a raíz de los sucesos del pasado 11 de septiembre de 2001.
Por tal razón el objetivo del TIAR lo que busca es la mediación, conciliación, negociación a los fines de agotar las vías diplomáticas antes de llegar a la última instancia de elevarlo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En este sentido, los miembros de Alan Aldana & Abogados se han certificado en la Universidad de Harvard a los fines de poder estar calificados para aportar los conocimientos adquiridos ante cualquier proceso de negociación de forma efectiva.