Las decisiones políticas tomadas por los primeros mandatarios impactan el desempeño de toda la vida económica y social de sus países. El ejemplo más reciente de esta verdad quedó demostrado con el levantamiento de algunas de las sanciones impuestas a la empresa china Huawei, por parte de Estados Unidos. Al menos 24 cargos legales fueron presentados por las autoridades norteamericanas, tras un informe en el que se concluyó que la compañía de telecomunicaciones usaba sus redes de tecnología para el espionaje.
El encuentro sostenido entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, durante la Cumbre del G20 enfrió un poco las tensiones comerciales iniciadas en julio de 2018 entre ambos países. Casi un año después, el diálogo entre los mandatarios significó una tregua en la disputa que han protagonizado.
En ese sentido, acordaron reanudar las negociaciones comerciales paralizadas por lo que las empresas norteamericanas podrán volver a vender partes y equipos a Huawei. La decisión de la suspensión de esta transacción fue tomada hace un mes atrás, poniendo en juego el destino y la imagen de la compañía al no poder acceder a las actualizaciones del sistema Android para sus dispositivos inteligentes. Algunos especialistas califican esta medida como un intento de Estados Unidos por detener el crecimiento de la gigante en telecomunicaciones china.
De igual manera, aunque anteriormente se habían levantado sanciones comerciales adicionales a China, el presidente estadounidense aseguró que por el momento no se añadirán aranceles sobre las importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares. A pesar de que estas resoluciones no significan el cese de la guerra comercial, se trata de un espacio nuevo para la negociación entre las dos potencias económicas.
La situación generada entre China y Estados Unidos ha afectado los planes de inversión y la confianza de los empresarios en la nación oriental. También ha tenido repercusiones en el mercado norteamericano pues los consumidores de la marca Huawei iban a tener que invertir más recursos para costear el servicio.En una rueda de prensa posterior al G -20, Trump afirmó que la necesidad de apoyar a las empresas de su país fue la razón por la que tomó la decisión de aliviar las restricciones a la compañía china. En su intervención también aseguró que la situación de Huawei será resuelta en el momento final de las negociaciones comerciales.
Por su parte,el fundador y presidente ejecutivo de Huawei, Ren Zhengfei, advirtió que el levantamiento de las sanciones no tendrá mayor influencia en la producción de la compañía, pues asegura que trabajan en el desarrollo de la tecnología necesaria para lograr la independencia con el país del norte en esta área.
EEUU y China: el origen del conflicto
Desde 2012 Estados Unidos ha estado investigando los nexos entre Huawei y el gobierno chino. El informe presentado por la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Estados Unidos concluyó que la empresa usa sus redes de tecnología para el espionaje. Los resultados de esa investigación han hecho que telefonías en otras latitudes del mundo también vetaron sus contrataciones con Huawei.
A principios de 2019 Estados Unidos presentó cargos penales contra la telefonía china, alegando la elusión de las sanciones del país norteamericano a Irán. Esa situación derivó en la privación de libertad de la directora financiera de Huawei en Canadá, Meng Wanzhou. Luego de esta medida se establecieron al menos 24 cargos penales presentados en contra de la empresa, siendo uno de los grandes motivos de acusación el delito de propiedad intelectual, al exponer que Huawei robó durante años la tecnología de prueba de teléfono patentada por T – Mobile, conocida como Tappy.
Para finalizar, observamos que uno de los argumentos del equipo que representó al gigante asiático, fue la violación del derecho a la defensa. En virtud de la reserva de las actuaciones —medios de prueba— con los cuales las autoridades de EEUU argumentaron las sanciones de forma genérica. Esto debe llamar a la reflexión, pues la falta de transparencia en las actuaciones pusieron en juego no sólo el sistema de crédito e imagen de una multinacional, sino hasta la libertad de sus representantes. Creemos que esto no debe permitirlo la comunidad internacional, por más que sean impuestas por una oficina del poder ejecutivo de un país o por grupos intergubernamentales, en los cuales por lo general, sus miembros obedecen a políticas internas de los países que representan.
Al momento de la publicación de este artículo, el Presidente Donald Trump anuncia nuevos aranceles a la importación de productos Chinos. Más información aquí.