Si se tiene que indicar una entidad máxima que resguarde a la dignidad humana, bastaría con señalar a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH). Cuya responsabilidad es promover y resguardar estos ideales universales.
El mundo ha puesto su confianza en este vigilante internacional. Entre las áreas temáticas prioritarias sobre las que trabaja esta dependencia se encuentran: el fortalecimiento de los mecanismos internacionales de derechos humanos, el combate de la impunidad y reforzamiento de la rendición de cuentas, la promoción de la igualdad y el Estado de Derecho, la incorporación de las garantías universales a los planes de desarrollo y a la esfera económica internacional, la ampliación del sistema democrático como forma de gobierno para las naciones, la creación de dispositivos que alerten de forma temprana sobre la posible violación a los derechos humanos y por supuesto, la protección de estos derechos en situaciones especiales de conflicto, violencia e inseguridad.
La actividad del Alto Comisionado para los Derechos Humanos
La ACNUDH trabaja en fortalecer el programa de derechos humanos que ejecuta las Naciones Unidas a través de diversos órganos ejecutores, a quienes les presta especial apoyo y en ese sentido sus actividades están estrechamente vinculadas con las ejercidas por sus asociados.
De igual manera, parte de las labores fuertes de la oficina son las acciones que desempeña junto a los gobiernos, parlamentos, tribunales, instituciones nacionales, la sociedad civil, organizaciones regionales e internacionales para fomentar mecanismos que protejan las garantías universales a cualquier escala y conforme con todas las normativas particulares.
La oficina dará prioridad a los casos más urgentes de violaciones a los derechos humanos, específicamente a aquellos que pongan en peligro inminente la vida de las personas. Entre sus reglamentos también se establece que prestará atención por igual al cumplimiento de los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales.
La medición de los resultados de su trabajo también forma parte importante de su administración, por lo que destina esfuerzos en evaluar el impacto de los beneficios sustantivos que, a través de su labor, han sido recibidos por individuos y pueblos en el mundo.
Un trabajo de largo alcance
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos centra su trabajo en tres dimensiones:
- Establecimiento de normas.
- Supervisión del trabajo realizado.
- Aplicación en el terreno.
Para lograrlo ofrecen asesoría especializada en materia de derechos humanos a gobiernos, instituciones nacionales e internacionales y organizaciones no gubernamentales en el desempeño de sus funciones.
El financiamiento de la oficina depende en un porcentaje del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas y el resto proviene de contribuciones voluntarias de los estados miembros y de otros donantes sensibles a la temática.
Sobre los derechos humanos
Estas garantías universales son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Están contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de figuras legales como tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional.
Con estas regulaciones se establecen las medidas que tienen que tomar los gobiernos frente a determinadas situaciones, a fin de promover y proteger los principios y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.
El principio de universalidad es de las cualidades más importantes de esta proclamación, pues dispone que todos los Estados tienen el deber —independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales— de promover y velar por la salvaguarda de estas garantías. En ese sentido todos los Estados han ratificado al menos uno de estos instrumentos legales y 80% de ellos lo han hecho con cuatro o más de los principales tratados de derechos humanos, según datos de la ONU.
Fuentes consultadas
- Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos – ONU