Sobre la ley de quiebras. La crisis económica experimentada a causa de la pandemia, ha asfixiado a muchas empresas que no han tenido la suficiente liquidez para enfrentar las pérdidas que implica la paralización de sus operaciones.
Muchas empresas en el mundo han experimentado momentos críticos, debido a la emergencia causada por la pandemia de Covid – 19. Las compañías dedicadas a los servicios prioritarios han podido sobrevivir al impacto de la cuarentena, sin embargo, aquellas cuyos servicios no son considerados de primera necesidad, han tenido que reinventarse o asumir las consecuencias de las pérdidas monetarias. El problema es que no todas las empresas tienen suficiente capital para sostenerse manteniéndose cerradas por tanto tiempo y por esa razón, han tenido que recurrir a distintas alternativas o declararse en quiebra para intentar salvarse de un cierre inminente.
Ley de quiebras: el caso Avianca y Latam
Tal es el caso de la aerolínea Avianca, cuyos directivos en mayo de este año decidieron apegarse al capítulo 11 de las leyes estadounidenses, conocido como Ley de Quiebras. Aplicar a este proceso legal, le permite a las empresas en situación financiera crítica reorganizarse bajo la supervisión del sistema judicial de Estados Unidos. Una empresa se declara en quiebra o bancarrota cuando no puede pagar sus deudas y no cuenta con suficiente liquidez financiera.
En el caso de Avianca, acoger el capítulo 11 implica alivios financieros y la reorganización de deudas, sin la necesidad de suspender operaciones o liquidar los bienes a su nombre. En 2003 la empresa recurrió a esta figura, que también ha sido usada en el paso por otras aerolíneas como Delta y American.
En un comunicado Avianca informó a sus clientes que está autorizada para continuar operaciones, apenas se levanten las restricciones aéreas impuestas por la pandemia. Las decisiones de negocios importantes deben ser tomadas por el tribunal, debido a las medidas legales establecidas en el capítulo 11 de la legislación norteamericana.
Para acogerse a esta ley es necesario que la Compañía tenga algún activo en Estados Unidos y algun proveedor en ese país, además la empresa debe proponer un plan de reorganización y negociar dicho plan con sus acreedores.
El capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense tiene como finalidad que las empresas no se desplomen de golpe ni que se produzcan despidos masivos de personal, este beneficio permite a las empresas continuar con sus operaciones para reorganizarse y de esta forma saldar sus deudas.
En Colombia, la Ley de Insolvencia Empresarial decretada en 2006 también ofrece protección ante estas situaciones de emergencia económica, pues a través del Régimen de Insolvencia ampara el crédito y apoya la recuperación y conservación de la empresa como unidad económica. Puede ser aplicada a personas naturales comerciantes y a personas jurídicas que realicen operaciones comerciales, de carácter privado o mixto, dentro del territorio colombiano. Una vez puesto en marcha este proceso, todos los bienes y acreedores de las persona natural o jurídica quedan vinculados a él con la intención de lograr la reactivación empresarial.
España también cuenta con un sistema legal en el que las empresas o personas autónomas pueden declararse en quiebra cuando no tienen la suficiente capacidad para cancelar sus propias deudas, es decir, estén atravesando una situación económica compleja. Este recurso permite que los acreedores puedan cobrar y se logren soluciones que brinden oxígeno a la compañía para evitar el cierre. En la legislación concursal española se distingue entre los términos insolvencia y quiebra. El primero se refiere a un medio legal para probar la situación crítica económica en la que se encuentra la compañía y en él existe la posibilidad de renegociar los pagos de deudas; mientras que el segundo corresponde al proceso en el que se decreta el cierre definitivo y la derogación de los activos del deudor para el pago de los acreedores.
Para enfrentar las crisis económicas de esta naturaleza es muy importante conocer a fondo la situación real de la empresa y contar con toda la información para tomar decisiones que apoyen la reactivación, sobre todo en estos momentos cuando toda la humanidad atraviesa una situación atípica.
En Venezuela
El Código de Comercio de Venezuela menciona al estado de quiebra en el caso de que el comerciante cese en el pago de sus obligaciones mercantiles. La legislación venezolana tipifica tres tipos de quiebra: la fortuita, que provienen de causas de fuerza mayor o de eventos que no son responsabilidad del comerciante; la culpable, causada por una conducta del comerciante, y la fraudulenta, producida por actos fraudulentos. Al hacer una declaración de quiebra, el comerciante queda inhabilitado para la administración de todos sus bienes, así como de su disposición.